Por qué escoger una residencia de Suara

Mujer atendida en una residencia en una mirada de complicidad con la profesional del centro
Cuando busques residencia, es importante que sepas qué modelo de atención ofrece

Existen algunos modelos como, por ejemplo:

El modelo institucional:

En este modelo se mecaniza el servicio de atención con el objetivo de realizarlo de la forma más eficiente.

En estas residencias, las personas trabajadoras deben realizar una gran cantidad de tareas (por ejemplo, levantar y asear a 25 personas) en muy poco tiempo. Como consecuencia, no se puede atender a cada persona de forma personalizada y respetando sus ritmos, preferencias y necesidades. En este modelo, las personas atendidas deben amoldarse a la organización y ritmo de la residencia.

Aunque este modelo está obsoleto y se sabe que no es el mejor para las personas mayores y dependientes, se sigue aplicando en muchos establecimientos. Todos hemos oído historias de residencias que funcionan según el modelo institucional:

Silvia recuerda la residencia en la que era habitual atender a dos personas a la vez en el mismo baño. Mientras una se duchaba, la otra hacía sus necesidades en el váter. No existía ningún tipo de privacidad ni se preservaba la dignidad de esas personas.

Ana comenta la rigidez de las normas en otro centro: cuando llegaba la hora de dormir, aunque la persona no tuviese sueño, debía irse a la cama. Si no quería, se le obligaba. Lo mismo sucedía con el horario de comer, levantarse, asearse…

O Laura, que recuerda cómo todas las personas residentes debían vestir con chándal y pelo corto. Hombres, mujeres…todos iguales. Así resultaba más fácil vestirlos y desvestirlos de forma mecanizada y rápida.

Cuando uno de tus familiares o amistades ha estado en un centro así, la experiencia te marca. La tristeza, rabia e impotencia que has sentido hace que te resulte muy difícil volver a confiar en una residencia. De hecho, puede parecer imposible que existan centros en los que se trata con respeto, profesionalidad y cariño a las personas. Pero existen: son las residencias que aplican el modelo de Atención Centrada en la Persona.

El modelo de Atención Centrada en la Persona (ACP o también llamado “modelo hogar”):

En este modelo se trabaja teniendo presente el principio ético que lo fundamenta y que guía el trabajo: el respeto a la dignidad de la persona entendida como que cada persona es diferente y tiene su manera de vivir.

Los centros residenciales se estructuran para empoderar a la persona y a su familia. Es decir, participan en todas las decisiones que les afectan (desde el preingreso hasta la baja del centro, pasando por la forma de recibir la atención, la dinámica funcional, el entorno…)

Este es el modelo de atención que aplicamos en todos los centros de Suara Cooperativa.

La persona atendida está en el centro y la prioridad es su bienestar: 

  • Ofrecemos un lugar para vivir en el que dar continuidad a su trayectoria vital adaptándonos a sus deseos y estilo de vida y dando valor a su singularidad
  • Facilitamos que mantenga los vínculos con la familia y amigos, flexibilizando horarios, ofreciendo espacios de relación y proporcionando medios tecnológicos que facilitan la comunicación
  • Le ofrecemos actividades significativas y de carácter terapéutico, adaptadas a las diferentes capacidades, respetando su ritmo y ofreciéndole ayuda cuando la necesita y desea

Ante todo, preservar la dignidad 
Dar un trato digno significa que nuestras atenciones se concentran en el bienestar físico y emocional de la persona. En el respeto y soporte a las propias decisiones y preferencias en lo que se refiere a su cuidado y vida cotidiana, la protección y garantía de la intimidad y privacidad, el cuidado de la salud y la imagen personal, la promoción de la independencia y el respeto a la edad adulta.

El reto es ofrecer a las personas una existencia plena de sentido en esta etapa de su vida En Suara aplicamos este modelo en todos nuestros centros y servicios

“En Suara importa el bienestar de la persona atendida y también el del equipo profesional. Se respetan los derechos de las personas, nos adaptamos a sus gustos y les dedicamos el tiempo necesario. Aquí no imponemos el ritmo a las personas mayores. Nosotras nos adaptamos a su ritmo. Y así es como debe ser”
Cristina Pinya, gerocultora de la Residencia Asistida y Centro de Día Colonia Güell

“Aquí me cuidan muy bien y estoy contenta. Estoy a gusto.”
Neus Rabella, 87 años, vive en la Residencia Asistida Colonia Güell

“Cuando voy a la residencia, soy consciente de que debo respetar el espacio y la intimidad de las personas que viven allí. La residencia es su casa. Y yo, como profesional, trabajo en su casa”. 
Johanna Atoche, gerocultora de la Residencia Asistida y Centro de Día Colonia Güell

“Aquí fomentamos la autonomía y reconocemos el valor a cada persona”.
Marga Pons, enfermera del Centro de Día El Mil·lenari (Barcelona)

“Este centro de día es un espacio imprescindible para el barrio de la Trinitat Vella donde nuestros mayores se sienten acogidos y estimulados, y los familiares tranquilos sabiendo que están seguros y en buenas manos”
Carlos Ballestero, familiar de persona atendida en el Centro de Día Trinitat Vella (Barcelona)

En el centro, cada persona escoge cómo quiere vivir

Organizamos la vida cotidiana del centro residencial a partir de los deseos de la persona ofreciendo diferentes franjas horarias para realizar las comidas y la higiene personal, las actividades, recibir visitas, etc.

Buscamos su motivación y le ofrecemos los recursos necesarios para que siga haciendo las actividades que le importan y que le hacen sentir bien.

Facilitamos las relaciones con familiares, amistades y entorno.


También la animamos a que personalice su espacio: que organice su habitación como prefiera, ponga objetos, recuerdos, pequeños muebles…hay quien incluso se trae su cama o su televisor. El objetivo es que se sienta a gusto y segura en su espacio.

En Suara trabajamos más de 4.500 personas:

  • Formadas, con experiencia demostrable y vocación de trabajar con personas mayores y dependientes
  • Ofrecemos un trato respetuoso y cálido, sin infantilizar a las personas atendidas
  • Participamos en espacios de reflexión ética para aplicar principios éticos en la práctica diaria
  • Trabajamos en coordinación y en red para asegurar el bienestar de la persona
  • La satisfacción global de las personas que atendemos es del 8,4
     
Esta es la realidad de nuestros centros

"Suara me ha hecho creer en las personas, en un nosotros".
Anna Fruns, Equipo de Participación Societaria y Gestión del Cambio de Suara

“Hay que trabajar con sensibilidad. A veces la persona a la que atiendes ya no puede hablar, pero eso no significa que no te diga cosas. Se comunica con la mirada, con su actitud. Si estás atenta, puedes comprender lo que quiere y así respetar sus deseos”.
Ascensión González, trabajadora de Suara

“Mi madre está muy bien cuidada, muy bien atendida. No puedo poner ningún “pero” a nada. Las personas que trabajan aquí tienen mucha profesionalidad y mucha amabilidad. Todo muy limpio. Además, puedo venir a verla cada día”. 
Txema Peris, su madre vive en la Residencia Asistida Colonia Güell

“Estoy muy orgullosa de las actividades: piscina, terapia con perros, paseos con voluntarios…Destacaría las que plantean un trabajo intergeneracional. Las escuelas del barrio vienen al centro. Se crean relaciones significativas, se explican historias de vida, se hacen actividades con sentido.La experiencia resulta muy positiva tanto para los escolares como para las personas mayores”. 
Marga Pons, enfermera del Centro de Día El Mil·lenari (Barcelona)

“¿Qué le gusta hacer? ¿Qué le hace sentir bien? En la residencia buscamos la motivación de cada persona. Lo importante es que haga actividades con sentido. Aunque tengas que ayudarla, pero que siga haciendo las actividades que le hacen sentir bien”. 
Maite Ferré, Directora de la Residencia Asistida y Centro de Día Colonia Güell

“Lo que más me gusta es pintar, y aquí lo hago cuando me apetece”. 
Mariano Gazulla, 91 años, vive en la Residencia Asistida Colonia Güell

“El centro está muy bien, pero lo mejor son las personas que trabajan. Son grandes profesionales y tratan con mucho cariño a las personas mayores. Estoy muy contenta y a mi madre también le gusta mucho ir”.
Tomasa Guerrero, su madre es usuaria del Centro de Día Trinitat Vella (Barcelona)

Los centros de suara ofrecen una atención integral y de alta calidad de vida descubre qué centro está más cerca de ti