Los grados de dependencia: qué son, cómo se valoran y qué implica cada grado.

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El envejecimiento de la población es una realidad creciente en muchas partes del mundo, y España no es la excepción. A medida que las personas envejecen, aumenta la probabilidad de que necesiten ayuda para realizar las actividades diarias.

Para abordar esta necesidad social, en 2007 entró en vigor en España la ley de la dependencia, que proporciona un marco legal para apoyar a las personas en situación de dependencia y a aquellas que las atienden.

Dentro de la ley de la dependencia se establecen unos grados de dependencia que sirven para determinar qué tipo de ayuda necesita recibir cada persona dependiente. En este artículo hablaremos en profundidad de estos grados de dependencia, qué son, cómo se valoran y qué implica cada uno de los grados.

Ley de la dependencia

La Ley de la Dependencia, oficialmente conocida como la Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia, fue promulgada en diciembre de 2006. Esta ley establece un sistema de protección para garantizar la atención y el apoyo a las personas que no pueden valerse por sí mismas.

La ley se centra en varios objetivos clave:

  • Promover la autonomía personal: a través de servicios de prevención y promoción de la autonomía.
  • Proveer cuidados adecuados: servicios de atención a domicilio, centros de día y residencias.
  • Apoyo económico: prestaciones económicas para cuidados en el entorno familiar o para la contratación de servicios externos de atención a domicilio.
  • Inclusión social: facilitar la integración de las personas dependientes en la sociedad.

¿Qué son los grados de dependencia?

La dependencia se clasifica en varios grados según la intensidad y la frecuencia de la ayuda que la persona necesita. La evaluación de la dependencia se basa en la capacidad del individuo para realizar las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) como vestirse, comer, moverse o mantener la higiene personal.

Actualmente hay tres grados de dependencia establecidos:

Grado de dependencia I, dependencia moderada: Ayuda para las necesidades básicas diarias una vez al día.

Grado de dependencia II, dependencia severa: Ayuda para las necesidades básicas diarias de 2 a 3 veces al día.

Grado de dependencia III, gran dependencia: Ayuda para las necesidades básicas diarias muchas veces al día o continuamente.
 

persona dependent

👉 Grado I: dependencia moderada

El grado I de dependencia corresponde a la dependencia moderada. Es decir, las personas que han sido valoradas con este grado de dependencia son personas que necesitan ayuda para realizar algunas actividades básicas de la vida diaria al menos una vez al día o requieren apoyo intermitente o limitado para su autonomía personal.

Características principales del grado I de dependencia:
  • Frecuencia de ayuda: necesitan asistencia una vez al día.
  • Tipo de actividades en las que necesitan apoyo: actividades como vestirse, asearse o tomar medicamentos.
  • Apoyo requerido: intermitente o limitado, no constante.

👉 Grado II: dependencia severa

El Grado II de dependencia se refiere a la dependencia severa. Las personas valoradas con este grado de dependencia son personas que necesitan ayuda para realizar varias actividades básicas de la vida diaria dos o tres veces al día, pero que aún no requieren la presencia continua de una persona que las atienda.

Características principales del grado II de dependencia:
  • Frecuencia de ayuda: dos o tres veces al día. 
  • Tipo de actividades en las que necesitan apoyo: alimentación, higiene personal o movilidad.
  • Apoyo requerido:  más frecuente que en el caso del grado I, pero no constante.

👉 Grado III: gran dependencia

El Grado III de dependencia es considerado gran dependencia. Las personas en este grado de dependencia necesitan ayuda para realizar las actividades básicas de la vida diaria varias veces al día y, debido a su pérdida total de autonomía física, mental, intelectual o sensorial, requieren el apoyo indispensable y continuo de una persona que las atienda.

Características principales del grado III de dependencia:
  • Frecuencia de ayuda: varias veces al día.
  • Tipo de actividades en las que necesitan apoyo: todas las actividades básicas de la vida diaria.
  • Apoyo requerido: continuo y constante.

Cómo obtener el reconocimiento del grado de dependencia

El proceso de valoración y resolución del grado de dependencia de una persona es fundamental para garantizar que reciba el apoyo necesario y adecuado según sus necesidades específicas. Este proceso implica una serie de pasos estandarizados y rigurosos para asegurar una evaluación justa y precisa de la capacidad funcional de la persona.

 

Pasos para el reconocimiento del grado de dependencia

1) Solicitud y documentación
2) Evaluación de la dependència

  • Instrumentos de evaluación
  • Procedimento de evaluación
  • Emisión del dictamen

3) Resolución del grado de dependencia
4) Plan Individual de Atención (PIA)

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1) Solicitud y documentación

Para poder determinar el grado de dependencia de una persona, primero se debe haber presentado la solicitud de dependencia en los servicios sociales o en las oficinas de bienestar social del lugar de residencia de la persona dependiente. Esta solicitud va acompañada de un informe del personal médico de atención primaria donde se establecen las dificultades de la persona para realizar las actividades de la vida diaria.

2) Evaluación de la dependencia

Una vez recibida la solicitud, después de un período que puede tardar entre 6 y 8 meses, se asigna un equipo de profesionales especializados para llevar a cabo la evaluación. Esta evaluación consiste en una valoración objetiva y estandarizada de la capacidad de la persona para realizar las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD).

Instrumentos de evaluación
  • Baremos de Valoración de la Dependencia (BVD): este instrumento oficial mide la capacidad de la persona para realizar Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD) como vestirse, comer, moverse y mantener la higiene personal. El baremo cuantifica el nivel de dependencia en función de la capacidad funcional de la persona.
  • Informe de salud: una documentación médica proporcionada por profesionales de la salud que describe el estado de salud de la persona, sus limitaciones y necesidades específicas.
  • Valoración social: un análisis del entorno social y familiar de la persona, incluyendo el apoyo disponible y las condiciones de vida.
Procedimiento de evaluación

El proceso de evaluación incluye las siguientes etapas:

  1. Visita domiciliaria: los profesionales visitan el domicilio de la persona para observar de primera mano su situación y realizar entrevistas con la persona solicitante y las personas que la atienden.
  2. Entrevistas y observaciones: se realizan entrevistas detalladas y observaciones directas para evaluar la capacidad funcional de la persona en su entorno diario.
  3. Aplicación de los baremos de valoración: se aplica el baremo de valoración de la dependencia para cuantificar el grado de dependencia en función de las actividades básicas de la vida diaria.
Emisión del dictamen

Una vez completada la evaluación, en un período de entre tres y seis meses, los profesionales elaboran un dictamen técnico que establece el grado de dependencia de la persona. Este dictamen se basa en los resultados del BVD, los informes médicos y la valoración social. El dictamen técnico es revisado para asegurar su precisión y conformidad con los criterios establecidos.

3) Resolución del grado de dependencia

Aprovación del grado de dependencia

El dictamen técnico es remitido a las autoridades competentes, que emiten una resolución formal sobre el grado de dependencia de la persona. Esta resolución incluye la clasificación de la dependencia en uno de los tres grados (Grado I, Grado II o Grado III), según la intensidad y frecuencia de la ayuda necesaria.

Comunicación a la persona solicitante

Una vez emitida la resolución, se comunica a la persona solicitante o a su representante legal. Esta comunicación incluye información detallada sobre el grado de dependencia determinado, los servicios y prestaciones a los que tiene derecho, y los pasos siguientes para acceder a estos servicios.

4) Plan Individual de Atención (PIA)

Después de la resolución, se desarrolla un Plan Individual de Atención (PIA) para la persona dependiente. El PIA es un documento personalizado que detalla los servicios y apoyos específicos que se proporcionarán para atender las necesidades de la persona dependiente. Este plan se desarrolla en colaboración con la persona dependiente, su familia y los profesionales de servicios sociales.

Contenido del PIA
  • Servicios asignados: detalle de los servicios de apoyo, como ayuda a domicilio, teleasistencia, centros de día o residencias, según el grado de dependencia.
  • Objetivos del PIA: mejorar la calidad de vida y promover la autonomía personal de la persona dependiente.
  • Seguimiento y revisión: el PIA se puede ir revisando, junto con los profesionales de los servicios sociales, para adaptarlo a las necesidades cambiantes de la persona.

Servicios y prestaciones para cada grado de dependencia

La ley de dependencia establece una variedad de servicios y prestaciones para garantizar que las personas en situación de dependencia reciban el apoyo adecuado según su grado de dependencia. Estos servicios están diseñados para mejorar la calidad de vida de las personas dependientes, fomentar su autonomía y ofrecer apoyo a sus familias y cuidadores.

Algunos de los recursos y servicios que se suelen otorgar según cada grado de dependencia son:

Servicios habituales para el grado I: dependencia moderada

Servicios de limpieza y atención domiciliaria

La ayuda a domicilio es un servicio esencial para las personas con dependencia moderada que necesitan asistencia en sus actividades diarias pero que pueden permanecer en su domicilio.

Características del servicio de limpieza a domicilio

  • Tareas básicas del hogar: asistencia en actividades como la limpieza, la cocina y la compra de alimentos.
  • Flexibilidad horaria: los servicios se pueden adaptar a las necesidades específicas de la persona, ya sea diariamente o en momentos puntuales.

Características del servicio de atención a domicilio

  • Cuidado personal: apoyo en actividades de higiene personal, vestirse y comer.
  • Flexibilidad horaria: los servicios se pueden adaptar a las necesidades específicas de la persona, ya sea diariamente o en momentos puntuales.
Teleasistencia

La teleasistencia es un servicio que proporciona apoyo remoto y servicios de emergencia para personas con dependencia moderada.

Características de la teleasistencia

  • Botón de emergencia: un dispositivo portátil que permite a la persona dependiente solicitar ayuda inmediata en caso de emergencia.
  • Soporte 24 horas: servicio disponible las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
  • Seguimiento periódico: contacto regular para asegurarse de que la persona está bien y que sus necesidades están cubiertas.
  • Servicios adicionales: recordatorios para la toma de medicamentos y otros servicios personalizados según las necesidades de la persona.

Servicios habituales para el grado II: dependencia severa

Además de los servicios mencionados para el grado de dependencia I, en el grado de dependencia II a menudo también se solicitan:

Centros de día

Los centros de día ofrecen asistencia diurna para personas con dependencia severa que necesitan apoyo durante el día, pero pueden regresar a casa por la noche.

Características de los centros de día
  • Actividades terapéuticas: sesiones de fisioterapia, terapia ocupacional y actividades de estimulación cognitiva.
  • Apoyo médico y de enfermería: asistencia sanitaria para controlar y gestionar el estado de salud de la persona dependiente.
  • Actividades sociales y recreativas: programas de actividades que fomentan la socialización y la participación activa.
  • Transporte adaptado: servicio de transporte adaptado para facilitar la llegada y el regreso a casa.
Servicio de atención domiciliaria

El servicio de ayuda a domicilio consiste en la ayuda directa proporcionada por una persona profesional que apoya a la persona dependiente en sus actividades diarias.

Características de la asistencia personal
  • Apoyo individualizado: el cuidador proporciona ayuda personalizada según las necesidades específicas de la persona.
  • Actividades diarias: asistencia en actividades como comer, vestirse, higienizarse y otras tareas cotidianas.
  • Flexibilidad: la asistencia personal se puede adaptar a diferentes horarios y necesidades, ofreciendo apoyo puntual o continuo.
  • Promoción de la autonomía: el cuidador trabaja para fomentar la máxima independencia posible de la persona dependiente.

Servicios habituales para el grado III: gran dependencia

Residencias

Las residencias proporcionan cuidados integrales para personas con gran dependencia que necesitan apoyo continuado y no pueden vivir de manera independiente.

Características de las residencias

  • Atención 24 horas: apoyo continuado por parte de profesionales sanitarios y cuidadores.
  • Cuidados médicos: supervisión médica constante y gestión de tratamientos médicos.
  • Servicios de enfermería: asistencia de enfermería para atender las necesidades de salud e higiene.
  • Actividades terapéuticas y recreativas: programas para fomentar el bienestar físico, mental y emocional de los residentes.
  • Apoyo psicosocial: asistencia psicológica y social para ayudar a los residentes a adaptarse a la vida en la residencia y mantener una buena calidad de vida.

Revisión del grado de dependencia

Es habitual que a medida que pasan los años, la dependencia de la persona vaya en aumento. Por lo tanto, es esencial realizar revisiones periódicas para ajustar el grado de dependencia y los servicios asociados según las circunstancias actuales de la persona dependiente.

Además de las revisiones periódicas, también se pueden solicitar revisiones cuando haya cambios significativos en la situación de la persona dependiente, como:

  • Emporamiento del estado de salud: si la salud de la persona empeora y aumentan sus necesidades de atención.
  • Mejora del estado de salud: si la salud de la persona mejora significativamente y disminuyen sus necesidades de atención.
  • Error de diagnóstico o error en la aplicación del baremo correspondiente.

La solicitud de revisión puede ser iniciada por la persona dependiente, su representante legal o los profesionales de servicios sociales. Esta solicitud debe incluir un formulario específico donde se justifiquen los motivos por los cuales se solicita la revisión, que se debe complementar con un nuevo informe médico.

Una vez aceptada la solicitud de revisión, se procede a una nueva evaluación de la persona dependiente, siguiendo un proceso similar al de la valoración inicial.

Cumplido todo el proceso, la resolución de revisión del grado de dependencia se comunica a la persona dependiente o a su representante legal y puede confirmar el grado de dependencia anterior o modificarlo según las nuevas circunstancias. En este último caso, se actualiza el Plan Individual de Atención (PIA) para reflejar los nuevos servicios y apoyos necesarios.

Grados de dependencia - qué implica cada grado

Grados de dependencia

Descubre qué son los grados de dependencia, qué implica cada grado y en qué se basa la su valoración.

Preguntas frecuentes sobre los grados de dependencia

Los grados de dependencia son categorías que determinan el nivel de necesidad de ayuda que tiene una persona para realizar actividades básicas de la vida diaria (ABVD). Se clasifican en tres grados: 

  • Grado I (dependencia moderada)
  • Grado II (dependencia severa)
  • Grado III (gran dependencia)

Los criterios incluyen la capacidad del individuo para realizar ABVD como alimentarse, vestirse, desplazarse, realizar tareas domésticas básicas y mantener la higiene personal. La evaluación se realiza mediante una escala oficial de valoración de dependencia.

Se debe presentar una solicitud en los servicios sociales de la comunidad autónoma correspondiente. La solicitud debe incluir un informe médico y otra documentación requerida por la administración.

Una persona con Grado I necesita ayuda para realizar algunas actividades de la vida diaria (ABVD) al menos una vez al día o requiere apoyo intermitente o limitado para su autonomía personal.

Una persona con Grado II necesita ayuda para realizar varias actividades de la vida diaria (ABVD) dos o tres veces al día, pero no requiere la presencia continuada de un cuidador.

Una persona con Grado III necesita ayuda para realizar varias actividades de la vida diaria (ABVD) varias veces al día y requiere la presencia indispensable y continua de otra persona. 

El plazo para realizar la valoración puede ser de hasta 6 meses desde la solicitud. Después de la valoración, la administración tiene un plazo de 3 meses para emitir la resolución con el grado de dependencia asignado.

Sí, el grado de dependencia puede cambiar si hay una mejoría o empeoramiento en la condición del individuo. Se puede solicitar una nueva valoración si se considera que el grado actual no refleja la situación real.

Sí, se puede presentar un recurso administrativo en caso de no estar de acuerdo con la resolución del grado de dependencia. El recurso debe presentarse en el plazo y forma establecidos por la administración competente.