Consejos para preparar tu hogar para una persona dependiente

El hogar es mucho más que un espacio físico; es donde encontramos refugio, comodidad y, sobre todo, un sentido de pertenencia. Por tanto, es crucial que quienes lo habitan se sientan cómodos y seguros en él. Preparar el hogar para un familiar dependiente es un gesto de cuidado que puede marcar la diferencia en su calidad de vida y bienestar.

En este artículo, explicaremos la importancia y algunas formas prácticas de adaptar el entorno doméstico para hacerlo más accesible y acogedor para aquellos que requieren asistencia.

Entendiendo la dependencia

Antes de sumergirnos en los diferentes grados de dependencia, es importante pararnos un momento a reflexionar.

Vivir una situación de dependencia implica aceptar una nueva situación, una en la que la autonomía se ve comprometida y la necesidad de asistencia se convierte en una parte integral de la vida diaria.

Para muchos, este cambio puede ser abrumador, alterando la percepción de uno mismo y generando una serie de emociones complejas: difícil aceptación, depresión, abandono, entre otras.

Por eso, es importante apoyar y cuidar a quienes lo necesitan.

Los grados de dependencia

"A mi madre le han dado un grado 1", " Mi abuela tenía un grado 3" suelen ser frases comunes cuando hablamos con personas que han vivido situaciones de dependencia con sus familiares. Pero, ¿sabemos lo que significan?

Los grados de dependencia están vinculados a la Ley de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia del 2006, comúnmente conocida como Ley de la Dependencia.

Realizamos una pequeña explicación de qué significa cada uno de los tres grados existentes y qué posibles connotaciones pueden tener para la persona valorada y sus cuidadoras.

Grado 1: Dependencia Leve

Este grado corresponde a una  persona que necesita ayuda ocasional o mínima para realizar ciertas tareas, pero aún conserva una gran parte de su autonomía.

Pueden requerir asistencia para actividades como la movilidad o el cuidado personal en ciertos contextos o momentos.

A menudo, la dependencia leve se asocia con la edad avanzada o condiciones de salud crónicas que aún permiten cierto grado de independencia.

Grado 2: Dependencia Moderada

Este grado corresponde a una persona dependiente que necesita ayuda regular para realizar actividades diarias, como el cuidado personal, la movilidad y la gestión de la vida en el hogar.

 Pueden requerir asistencia tanto en el domicilio como en el exterior y es posible que necesiten la ayuda de cuidadores o productos de soporte para realizar tareas básicas.

Grado 3: Dependencia Severa

Este grado corresponde a una persona dependiente con una pérdida significativa de autonomía y requiere asistencia constante y continua para realizar actividades básicas de la vida diaria.

Precisan ayuda para moverse, para comunicarse de manera efectiva o para realizar tareas de autocuidado.
En muchos casos, la dependencia severa está asociada con patologías degenerativas con una gran alteración funcional y de calidad de vida.

Reconocer estos diferentes grados de dependencia es importante para proporcionar el apoyo adecuado y garantizar el bienestar tanto de la persona dependiente como de sus cuidadores.

Asimismo, reconocer oficialmente el grado de dependencia de un familiar también tiene implicaciones significativas en términos de acceso a recursos y servicios están diseñados para ayudar a las personas dependientes a mejorar su calidad de vida, promover su autonomía y proporcionar apoyo a los cuidadores.

Resistencia al cambio y adaptación del hogar progresiva

Cada hogar tiene sus particularidades y limitaciones, por lo que es importante evaluarlo en función de las necesidades específicas del familiar dependiente.

Esto puede implicar realizar adaptaciones físicas y/o eliminar obstáculos que dificulten la movilidad.

Es natural que algunas personas sean reacias a los cambios, especialmente en su entorno familiar. Por ello, es fundamental respetar su tiempo de adaptación y abordar las modificaciones de manera progresiva, comenzando por las áreas que representen un mayor riesgo o dificultad y, siempre que sea posible, con la participación de la persona en la toma de decisiones.

Este enfoque facilitará el proceso de adaptación tanto para el familiar dependiente como para los cuidadores.

Respetar la autonomía y los gustos

Aunque nuestro familiar pueda necesitar ayuda en ciertas áreas, es esencial respetar su autonomía y preferencias.

Involucrarlo en las decisiones relacionadas con la adaptación del hogar puede hacer que se sienta valorado y empoderado. Escuchar sus deseos y respetar sus gustos es fundamental para preservar su dignidad y autoestima.

Asimismo, establecer límites claros y respetar su intimidad contribuirá significativamente a su sensación de bienestar y autonomía.

Contactar a profesionales y explorar las ayudas disponibles

En la mayoría de casos, puede ser beneficioso contar con la evaluación y asesoramiento de profesionales especializados en la adaptación del hogar para personas dependientes.

Además, es importante informarse sobre las ayudas y subvenciones disponibles para realizar las modificaciones necesarias en el hogar.

Estas ayudas pueden variar según el municipio dónde se encuentre el domicilio, por lo que es importante investigar las opciones disponibles en cada caso.

Adaptación del entorno: accesibilidad

La accesibilidad es clave para garantizar la seguridad y autonomía de nuestro familiar dependiente en el hogar.

Esto puede implicar la eliminación o modificación de obstáculos que dificulten el paso y la movilidad, así como la instalación de dispositivos y productos de soporte. Es importante adaptar el hogar, desde el dormitorio hasta el baño y el salón, para asegurar que sea un espacio seguro y accesible para la persona dependiente.

Consejos para adaptar las habitaciones a una persona dependiente

A continuación, presentamos algunas sugerencias específicas para adaptar diferentes áreas del hogar, siempre teniendo en cuenta, que se recomienda el asesoramiento de un profesional antes de realizar cambios en el domicilio.

Es importante tener en cuenta: 

En el dormitorio:

  • Que la cama esté a una altura adecuada para facilitar las transferencias de la persona así como que sea accesible. 
  • Valorar si es necesario colocar pasamanos o algún tipo de barandilla para facilitar la movilidad tanto en la cama como por la habitación.
  • Ver si es necesario algún producto de soporte relacionado con el posicionamiento y/o el descanso.

En el baño:

  • Añadir superficies antideslizantes en la bañera o la ducha para prevenir caídas.
  • Valorar si es necesaria la colocación de barras o pasamanos para facilitar el movimiento.
  • Colocar las cosas al alcance de la persona para facilitar el acceso.  Por ejemplo, tener los utensilios de la higiene dental cerca de la pica.
  • Valorar diferentes productos de soporte según la necesidad de la persona ya sea en el caso de una bañera o ducha para que pueda acceder (barras, algún tipo de silla, rampas…)

En el salón:

  •  Facilitar que el entorno esté libre de obstáculos para asegurar una buena movilidad en silla o andador y prevenir caídas.
  •  Eliminar alfombras sueltas o deslizantes que puedan representar un riesgo de caída.
  •  Utilizar colores y materiales contrastantes para facilitar la visibilidad y orientación.

En la cocina:

  •  Organizar los utensilios y alimentos de manera accesible y fácilmente alcanzable.
  •  Facilitar la opción de utilizar electrodomésticos con controles grandes y de fácil manejo.
  •  Respecto a la seguridad, es importante conocer que existen detectores de humo o de agua.

En pasillos y entradas:

  • Eliminar obstáculos y muebles innecesarios para facilitar el paso.
  • Mantener los pasillos bien iluminados y libres de cables o alfombras sueltas.
  • Valorar la accesibilidad de las puertas, para facilitar el acceso en caso de silla de ruedas o andador.
  • Valorar si es necesario colocar pasamanos o barras para desplazarse dentro del domicilio.

En otras estancias:

  • Es importante una iluminación adecuada para facilitar la visibilidad tanto durante el dia como durante la noche.
  • En el caso de tener jardín o patio, valorar la posibilidad de rampas o escalones con pasamanos para poder acceder.

Los productos de soporte

Un producto de soporte, también conocido como producto de apoyo, es cualquier dispositivo, equipo o sistema diseñado para mejorar la funcionalidad, la autonomía y la calidad de vida de personas con discapacidades o necesidades especiales.

Estos productos están diseñados para facilitar actividades diarias, mejorar la movilidad, la comunicación, el cuidado personal y la independencia de quienes los utilizan.

Los productos de soporte pueden abarcar una amplia variedad de categorías, debido a que dan solución a cualquier dificultad en las actividades de la vida diaria.

Por ello, nos podemos encontrar productos de apoyo desde dispositivos simples como bastones, a ayudas para la audición, como equipos más complejos como sillas de ruedas motorizadas o sistemas de comunicación alternativa.

La importancia de los productos de soporte radica en su capacidad para permitir que las personas puedan participar activamente en la vida cotidiana, realizar tareas de manera más eficiente y superar barreras físicas o funcionales que de otro modo limitarían su independencia y autonomía.

Además, estos productos también pueden brindar comodidad y seguridad tanto a los usuarios como a sus cuidadores, contribuyendo así a mejorar su bienestar general y su calidad de vida.

Es crucial destacar que la selección y el uso adecuado de los productos de soporte deben ser evaluados individualmente en función de las necesidades y preferencias específicas de cada persona.

Es recomendable contar con la orientación y valoración de profesionales de la salud o terapeutas especializados para garantizar la elección correcta y el correcto uso de estos productos, maximizando así sus beneficios y optimizando su efectividad en la vida diaria, así como la formación en el uso de los mismos.

En resumen, los productos de soporte son herramientas valiosas que pueden marcar una gran diferencia en la vida de las personas con discapacidad, proporcionando un mayor nivel de independencia, funcionalidad y bienestar.

El CVI, Centro de Vida Independiente

El CVI es un centro referente para la autonomía personal que nace en 2008 con el objetivo de ayudar a las personas dependientes a adaptar su hogar de forma funcional y mejorar así su seguridad, autonomía y calidad de vida.

Si cuidas a una persona dependiente que podría beneficiarse de una adaptación en su hogar, puedes contactarles y te asesorarán y guiarán en lo que necesites para mejorar vuestro bienestar. 

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