Juntos para evitar el maltrato, una realidad que no se puede silenciar

El 15 de junio es el Día Mundial de la Presa de Conciencia sobre el Abuso y el Maltrato a las Personas Mayores

Cada 15 de junio se celebra el Día Mundial de la Presa de Conciencia sobre el Abuso y el Maltrato a las Personas Mayores’, una jornada para sensibilizar la sociedad sobre una realidad a menudo invisible pero presente, que vulnera los derechos y la dignidad de un colectivo especialmente vulnerable. En un contexto de progresivo envejecimiento de la población —con casi dos millones de personas de más de 65 años en Cataluña y más de nuevo millones en España—, abordar esta problemática con datos, testigos, iniciativas y acciones es más urgente que nunca.

Una realidad silenciosa y poco detectada

Según datos del Departamento de Derechos Sociales de la Generalitat, el maltrato a las personas mayores puede afectar hasta un 18% de la población de edad avanzada, a pesar de que muchos casos no se denuncian y restan ocultos. En España, un estudio del Centro de Referencia Estatal de Mayores (IMSERSO) aprecio que solo un 10% de los casos reales salen a la luz. Esta cifra pone en evidencia la necesidad de más herramientas de detección, sensibilización e intervención.

Los tipos de maltrato son diversos: físico, psicológico, económico, por negligencia e incluso institucional. El maltrato psicológico es lo más habitual y puede consistir en humillaciones, insultos, amenazas o aislamiento social. El maltrato económico —especialmente frecuente cuando hay dependencia económica o convivencia— consiste en la apropiación de pensiones, bienes o recursos sin consentimiento. También se dan casos de negligencia, como no ofrecer una alimentación adecuada, higiene, medicación o atención médica. Se calcula que un 65% del maltrato que se hace a personas mayores proviene del entorno familiar.

Casos reales, historias dolorosas

Entre los casos recientes denunciados en Cataluña, destacan los de un hombre de 82 años de Sabadell que sufría acoso y explotación económica por parte de su hijo, o el de una mujer de 91 años a Tarragona que fue encontrada en estado de desnutrición extrema, cerrada en una habitación sin asistencia. Estos ejemplos son solo la punta del iceberg de una realidad a menudo escondida por la vergüenza, el miedo o la dependencia emocional y material del agresor.


Sueño algunos ejemplos. Y los datos no engañan. En el último año 2024 se han notificado 1.456 casos de maltratos a personas mayores. Sueño un 11% más que el año anterior y en un 65% de los casos, las víctimas don mujeres. También ha habido 7 víctimas mortales. Y esto que, según la Federación de Asociaciones de Gente mayor de Cataluña (FATEC), solo uno de cada 10 casos se acaba denunciando.
Por otro lado, según la OMS, una de cada seis personas mayores de 60 años sufre maltratos, pero es cierto, que a cada país los datos pueden variar mucho.

‘Tracta’m bé’: una campaña para concienciar y empoderar

Desde el 2010, la Generalitat de Cataluña impulsa la campaña ‘Tracta’m bé’, una iniciativa transversal que quiere dar visibilidad al maltrato hacia la gente mayor y promover una cultura de respeto, buen trato y dignidad. La campaña se ha desplegado en todo el territorio con carteles, talleres formativos, videos y acciones comunitarias, poniendo énfasis en la detección temprana y la implicación del entorno: familiares, vecindad, profesionales sociales y sanitarios.

‘Tracta’m bé’ quiere romper con estigmas y silencios, e invita todo el mundo a detectar señales de alerta y a actuar. El mensaje central está claro: el maltrato a las personas mayores no es solo un problema privado, es un asunto social que nos interpela como comunidad.

 

Los derechos de las personas mayores: dignidad, autonomía y protección

Las personas mayores tienen los mismos derechos que cualquier otro ciudadano. Entre estos, destacan:


• Derecho a vivir con dignidad, con protección contra el maltrato, la discriminación y la negligencia.
• Derecho a la autonomía personal, a tomar decisiones sobre la propia vida, incluso en situaciones de dependencia.
• Derecho a una atención integral, sanitaria, social y emocional, adaptada a sus necesidades.
• Derecho a ser escuchadas y respetadas, como ciudadanas de pleno derecho

Estos derechos están recogidos en textos como la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad o la Carta de los Derechos de las Personas Mayores en Cataluña.

La voz de los expertos

Mercè Tabueña, experta en envejecimiento y miembro del Comité de Ética de los Servicios Sociales de Cataluña, explica que “el maltrato a la gente mayor a menudo se produce en entornos de confianza, dentro de la familia o en instituciones, y costa mucho de denunciar. Hacen falta más recursos, formación y sensibilización para poderlo abordar de manera integral”.

Según Tabueña, es clave empoderar las personas mayores, escucharlas activamente y reforzar los mecanismos de protección jurídica y social. También señala que “las relaciones intergeneracionales y el trabajo comunitario pueden ayudar a crear una red de apoyo y respeto”.

Los discursos o “relatos” sobre el envejecimiento cargados de estereotipos no ayudan a avanzar en la línea de una sociedad igualitaria, inclusiva, abierta y responsable. Lo dice J.Daniel Rueda Estrada profesor del máster universitario de Trabajo social Sanitario de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). “El maltrato a las personas mayores es impedir su plena inclusión social; no reconocer sus derechos sociales, discriminar por razón de edad; actuar contra la integridad emocional, física, económica o sexual y generar inquietud, sobre todo que la fragilidad que suele acompañar el envejecimiento es la más acusada y patente”.

Un compromiso colectivo

El Día Internacional contra el Maltrato a las Personas Mayores nos recuerda que envejecer en paz y con respeto es un derecho, no un privilegio. Para conseguirlo, hace falta el compromiso de toda la sociedad: instituciones, profesionales, comunidades y ciudadanía.

La clave para prevenir el maltrato es la confianza. Cuando una persona mayor confía en su entorno —familia, profesionales o cuidadores— se siente con la libertad de habla, expresar el que vive y pedir ayuda si hace falta. La confianza genera espacios de seguridad emocional donde se pueden romper las barreras del aislamiento, que a menudo es uno de los factores de riesgo principales del maltrato.

Construir confianza no es una acción puntual, sino un proceso continuo: hace falta tiempo, presencia y empatía. Pero es también una poderosa herramienta de prevención. Cuando una persona mayor sabe que puede contar con alguien, es mucho más difícil que sea víctima del abuso o que este pase desapercibido.

Solo con más conocimiento, más formación, más vigilancia y más empatía, podremos erradicar el maltrato y construir una sociedad que honore quienes han contribuido a hacerla crecer.

 

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