El cuidado de las personas mayores, ¿qué hay que tener en cuenta?

Recomendaciones para gestionar el cuidado de una persona mayor

 

¿Estás afrontando el cuidado de una persona mayor que está perdiendo autonomía?

Es normal que te sientas en un mar de dudas y no sepas por dónde empezar.

Con el ritmo de vida que llevamos, seguro que de primeras sientes que te falta tiempo para llegar a todo y la situación te supere un poco, pero piensa  que te sobran amor y ganas de darle la atención que merece.

Y eso es lo más importante.

Delegar algunas tareas te va a ayudar, y mucho, a dedicarle horas de calidad y tener otra energía. Es un proceso natural: a medida que nos hacemos mayores necesitamos más atención. Sobre todo si además de la edad, sufres de ciertas enfermedades.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de ocuparte del cuidado de una persona que empieza a necesitar ayuda?

 

Las 5 preguntas básicas que debes hacerte para empezar a gestionar el cuidado de una persona mayor


Tómate tu tiempo para analizar estos puntos relevantes, te ayudará a afrontar esta nueva responsabilidad y dar el mejor cuidado posible.

1. ¿Cuáles son sus necesidades? Infórmate bien sobre cuál es la situación real, en qué actividades la persona tiene autonomía y en cuáles no, cómo es su evolución médica y qué necesita para sentirse bien atendida.

Para saber esto último, lo mejor que puedes hacer es preguntarle directamente a la persona en cuestión.

Seguro que agradece que lo hagas. 

2. ¿De qué recursos dispones? Evalúa qué recursos físicos y económicos tienes a tu alcance. Esto es básico para tomar decisiones y valorar qué parte del cuidado puedes delegar.

3. ¿Cuántos somos? Habla con otros familiares y personas del entorno para saber si cuentas con su apoyo real.

Repartir las tareas y planificar el cuidado te ayudará a llevar la situación con mayor ligereza.

4. La persona mayor, ¿necesita algún tipo de ayuda profesional en su día a día? Pregunta qué cuidados médicos se le recomiendan, qué curas necesita y si requiere de seguimiento por parte del médico o personal sociosanitario.

5. ¿Cuáles son las opciones de cuidado? Quizás es suficiente con unas horas de atención domiciliaria en su propia casa o a lo mejor la persona mayor necesita una residencia en la que estar cuidada las 24 horas. Un centro de día también puede ser lo que estáis buscando.  

Ahora que ya tienes toda esta información, estás en disposición de elegir qué es lo que más os conviene.

 

¿Qué te va a ayudar a elegir la mejor opción de cuidado? 


A todos nos cuesta admitir que nos hacemos mayores.

En realidad, envejecer es como la adolescencia: una etapa más.

Como cualquier otra etapa, esta también trae cambios, pero eso no significa que tengan que ser un problema.

Recuerda que los cambios son parte del proceso natural de la vida, que cada persona tiene sus ritmos y que no a todos nos afectan de la misma manera. En el caso de que estos cambios impliquen la necesidad de buscar alternativas de cuidado es importante decidir lo mejor para toda la familia.

  • Tener en cuenta estos factores te ayudará a elegir:
  • Cómo es la calidad de la atención.
  • La proximidad a la familia.
  • El nivel de atención médica que ofrece el servicio y la necesidad de tu familiar.
  • Cuál es la oferta de actividades y programas con los que cuenta para el refuerzo del  sistema cognitivo, y el bienestar físico y emocional.

     

La importancia de cuidar a la persona cuidadora 


¿Te has parado a pensar que lo mejor que le puedes regalar a una persona mayor son momentos de risas, recuerdos imborrables y tiempo de calidad? 

Aunque no te ocupes de todas las tareas del cuidado —levantarle de la cama, limpiarle, etc.—, sigues jugando un papel importante en este momento. 

Nadie va a suplir el vínculo afectivo que tiene contigo.

Así que libérate del sentimiento de culpabilidad y deja a un lado la idea de que deberías hacer más.
Lo que más necesita de ti es seguir sintiendo tu afecto.

Por eso es vital que prestes atención a tus emociones. Si tú no estás bien, no puedes cuidar a nadie. 
Ocúpate de estar bien, descansar y comer rico.

Sigue con tu trabajo, tus relaciones y deja espacio para disfrutar de tiempo libre. 

En conclusión, valora la situación, los recursos con los que cuentas y la ayuda profesional disponible para vuestro caso concreto. Sin olvidar tu propio bienestar.

En Suara te ayudamos a conciliar el cuidado para que recibas acompañamiento profesional durante todo el proceso y sepas tomar las mejores decisiones.

Aquí estamos si nos necesitas.
 

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