Cómo lidiar con el estrés cuando cuidas de una persona mayor

Consejos para cuidar desde la calma

6 de cada 10 personas cuidadoras admiten sentirse cansadas y el 80% afirma que no tienen libertad para organizar su vida*

Cuidar a una persona dependiente es cansado no solo física, sino sobre todo emocionalmente.

En este artículo vamos a abordar cómo detectar el desgaste emocional que sufre, quién cuida y cómo prevenir este estrés para sobrellevar la situación de dependencia de la mejor manera posible.

*Datos según el informe elaborado por SUARA, la cooperativa de referencia de atención a las personas en nuestro país.

¿Qué síntomas son un aviso de que la persona cuidadora se siente superada?

Estas son algunas de las señales de alerta más habituales y que nos indican que la persona cuidadora tiene estrés:

  • La negación de la enfermedad de la persona dependiente y la frustración por la falta de mejoría. Pensamientos o afirmaciones cómo: “mi madre va a mejorar pronto”, “seguro que solo es una mala racha”... 
  • Su vida social desaparece. Evita a sus amistades y no encuentra ni un solo hueco para el disfrute ni el autocuidado.
  • Siente ansiedad acerca del futuro y se siente incapaz de sobrellevar la situación durante mucho tiempo.
  • El agotamiento físico y mental no le permite realizar las tareas cotidianas.
  • Sufre insomnio de manera recurrente y una lista interminable de preocupaciones aparecen en su cabeza: “¿Y si sale de la casa o se cae o se lastima?”
  • Irritabilidad y mal humor. A menudo la negatividad envuelve a la persona. Lo notarás por las malas contestaciones y su aire enfadado.

Cuando se detectan algunos de estos síntomas, es importante prestar ayuda para evitar que la cosa vaya a más y la persona cuidadora pueda entrar en una depresión.

¿Cómo evitar quemarse cuando cuidas de una persona dependiente?

Cuidar a quien cuida. Esta es la única manera de evitar que nadie caiga en el pozo cuando se hace cargo de una persona dependiente. La frase "cuidarse para cuidar" lo resume a la perfección:

  • Infórmate y conoce las fases de la enfermedad o situación de tu ser querido y los recursos disponibles. Tener información te ayuda a sobrellevar mejor la dependencia, permite anticiparte y reducir tu nivel de estrés.
  • Organiza tu tiempo. Prepara una lista de tareas y organiza tu rutina de trabajo. Incluye en el horario un espacio de tiempo para ti a diario.
  • Reparte las tareas con otras personas aparte de ti. Acude a otros miembros de la familia para que te echen una mano o cuenta con alguien profesional para las tareas más específicas.
  • Sal a que te dé el aire. Haz algún tipo de actividad física y no dejes de lado tus aficiones. Relaciónate con tu pareja y/o amigos.
  • Cuida tu alimentación. siguiendo una dieta sana, equilibrada y variada que incluya alimentos de alto nivel nutritivo como las verduras y las frutas.
  • Descansa. Procura dormir 8 horas diarias.
  • Aprende a meditar o practica la relajación. El Mindfulness es una técnica que puede ayudarte a reducir el estrés.
  • Fomenta la autonomía de la persona dependiente. Es importante que le animes a realizar por sí misma aquellas tareas que todavía puede hacer, para reforzar su autoestima.

Pide ayuda siempre que lo necesites. Tanto para estar mejor tú, como para echarte una mano en el cuidado y descargarte de las tareas que más te superan.

Prestar atención a tu propia salud y a tus emociones es vital a la hora de cuidar a una persona dependiente. Si tú no estás bien, no puedes cuidar a nadie. 

Ocúpate de estar bien, descansar y también divertirte.

¿Necesitas que te echemos una mano? En Aliura te ayudamos a conciliar el cuidado y te acompañamos durante todo el proceso de dependencia para que sepas tomar las mejores decisiones.

Si nos necesitas, ¡estamos contigo!

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