Las renuncias silenciosas de las personas cuidadoras

Una mirada a les renúncies silencioses que comporta cuidar

El 5 de noviembre celebramos el Día de la Persona Cuidadora. Este día nos invita a reconocer todo aquello que las cuidadoras de personas mayores dependientes dejan atrás para poder cuidar: tiempo, libertad, salud, vida social… Renuncias que a menudo pasan desapercibidas, pero que tienen un impacto profundo.

"Te quedas a la deriva, sin fuerzas, y además con un sentimiento de culpa muy grande, cuando no eres culpable de nada.” — Kandy Guerrero


¿Cuáles son las renuncias más habituales?

  • Tiempo personal: las horas dedicadas al cuidado desplazan actividades que antes aportaban bienestar.
  • Vida social: las relaciones se reducen o se debilitan.
  • Oportunidades laborales o formativas: muchas cuidadoras han tenido que dejar el trabajo o renunciar a proyectos.
  • Salud física y emocional: el agotamiento y la sobrecarga pueden afectar gravemente al bienestar.

¿Cómo podemos cuidar a las cuidadoras?

Este día es una oportunidad para reivindicar:

  • Espacios de apoyo emocional y comunitario.
  • Políticas públicas que reconozcan la tarea de cuidar.
  • Tiempo para una misma, sin culpa.
  • La importancia de nombrar las renuncias y validarlas.

Aliura, al lado de las cuidadoras

Aliura trabaja para visibilizar las realidades de las personas cuidadoras y ofrecer recursos que las ayuden a cuidarse. Este blog es una invitación a mirar con ternura las renuncias que implica cuidar, y a abrir caminos para recuperar aquello que nos hace sentir vivas.

Este 5 de noviembre, no nos limitemos a decir “gracias” a las cuidadoras. Escuchémoslas, cuidémoslas y reconozcamos todo lo que han dejado atrás para poder cuidar.

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