Salud mental en la tercera edad: claves para un envejecimiento feliz
Cómo envejecer con un buen estado emocional
La salud mental de las personas mayores es un tema que nos afecta a todos dado al envejecimiento de la población. Ésta incluye el bienestar emocional, psicológico y social, y afecta a la forma de pensar, sentir, actuar, tomar decisiones y relacionarse de la persona. Y, por lo tanto, es importante cuidarla.
Aunque la mayoría de nuestros mayores disfrutan de una buena salud, muchos otros sufren situaciones que suponen un riesgo para la estabilidad de su salud emocional.
Con el paso de los años, la salud física puede alterarse cada vez por más achaques y sin duda esto afecta a la estabilidad mental.
Vamos a ver en este artículo cuáles son los factores de riesgo en las personas mayores que nos pueden alertar de que existe algún problema relacionado con el estado emocional. También abordaremos las claves para un envejecimiento feliz y emocionalmente saludable. ¡Esperamos que te sea de utilidad!
Entendiendo la salud mental en la tercera edad
Cuando hablamos de salud mental en el contexto del envejecimiento, estamos hablando del bienestar emocional, psicológico y social de las personas mayores.
Gozar de una buena salud emocional implica la capacidad de adaptarse a los cambios asociados con la edad, mantener relaciones significativas, tener habilidades para afrontar desafíos y disfrutar de una buena calidad de vida emocional.
No se trata solo de la ausencia de trastornos mentales, sino también de un estado de bienestar emocional y psicológico. Implica, pues, mantener un equilibrio emocional y tener habilidades para enfrentar desafíos y mantener relaciones saludables.
Gozar de una buena salud mental en la vejez es tener:
- Satisfacción con la vida: Sentirse contento con la propia vida juega un papel importante en la salud mental de las personas mayores.
- Resiliencia emocional: La capacidad de recuperarse de las adversidades y adaptarse a los cambios es otro componente crucial de la salud mental.
- Autonomía y autodeterminación: Mantener un sentido de independencia y control sobre la propia vida.
- Bienestar psicológico: Experimentar emociones positivas y tener una visión optimista del futuro.
Para esto, es recomendable promover un enfoque holístico del cuidado de la salud mental en la tercera edad, que incluya el apoyo emocional, social y psicológico para garantizar una calidad de vida satisfactoria en esta etapa de la vida.
Factores de riesgo de la salud mental en las personas mayores
La soledad y el aislamiento social son la principal causa de una salud emocional débil en personas mayores. Si te has quedado en situación de viudedad, la tristeza y el duelo por quedarte sin tu persona amada y compañera de vida se suman el deterioro normal de la salud física que se produce con los años.
La disminución de la funcionalidad y el aumento de la dependencia afectan también de forma visible a las personas. Perder la autonomía y no tener, por motivos de salud, la misma capacidad de movimiento de antes, afecta a las emociones y puede producir tristeza o depresión.
Por otro lado, muchas personas mayores son cuidadoras de personas dependientes que tienen a su cargo. Cuidar a una persona dependiente es cansado, sobre todo emocionalmente y si no se previene, es fácil que la cuidadora se sienta superada transitando por diferentes fases. Desconcierto, desgaste físico, desgaste psicológico, tristeza y aislamiento personal son sentimientos comunes en algunas personas cuidadoras. En otro artículo te contábamos cómo lidiar con el estrés cuando cuidas de una persona mayor.
Otros factores de riesgo son la reducción de los ingresos —que puede comportar cierta precariedad— o la pérdida de propósito de vida, ambos a causa de la jubilación. Algunas personas al jubilarse sienten un gran vacío al no tener con qué ocuparse y sin duda es algo que también afecta a la salud emocional.
La capacidad de adaptación al cambio también es algo que puede afectar emocionalmente. Hay constantes cambios importantes en la vida de los mayores: el paso de ser una persona activa laboralmente con una rutina establecida a estar jubilado, la pérdida de seres queridos en el entorno o cambios causados por la salud.
La buena noticia es que teniendo en cuenta algunas pautas, la salud mental es algo que puede casi siempre mejorar visiblemente.
Es algo tan simple como dedicar tiempo a hacer cosas que ayuden a la persona a vivir bien y a mejorar su salud física y mental.
Cuando se trata de la salud mental, el cuidado o autocuidado puede ayudar a controlar el estrés, disminuir el riesgo de contraer enfermedades y aumentar el nivel de energía. Algunas acciones pequeñas para dedicar un poco de tiempo a sí mismo en la vida diaria pueden generar un gran impacto.
Claves para un envejecimiento saludable a nivel emocional
Estas pautas te pueden ayudar a que tu familiar tenga un envejecimiento feliz:
- Conexión social y actividades de ocio. Las actividades sociales y de ocio pueden mejorar sensiblemente la salud mental, la satisfacción personal e influir en una mejor calidad de vida. Mantenerse en contacto con familiares y amigos puede suponer la tranquilidad de tener un apoyo en caso de que sea necesario.
- Buenas rutinas de higiene y de sueño: Tener rutinas diarias como lavarse, vestirse y tener buen aspecto ayudan a sentirse mejor con uno mismo. También es importante un buen descanso y dormir las horas suficientes. ¿A quién no le cambia el humor cuando ha pasado una mala noche o no ha dormido? Tener un descanso adecuado y una buena calidad del sueño contribuye a un estado mental positivo, a tener energía y gozar de buen humor.
- Hacer ejercicio y llevar un estilo de vida saludable: Hacer ejercicio ayuda a mantener el buen humor, a reducir el estrés y eleva la calidad de vida e intelectual. Algo tan sencillo como salir a la calle, caminar y tomar el sol, que de paso aumenta los niveles de vitamina D, aumenta las defensas y favorece el estado de ánimo. Realizar actividades cognitivas que estimulen la mente, como la lectura, pasatiempos, manualidades, o participar en tertulias o grupos de discusión, es algo muy positivo para sentirse activo intelectualmente, ejercitar el cerebro y que repercute en la felicidad. En definitiva, mantenerse mental y físicamente activo, en la medida de las posibilidades, ayuda a alcanzar bienestar emocional.
- Otro factor clave es llevar una alimentación saludable y rica en nutrientes. Ya lo dijo Hipócrates “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento”, así que en todas las etapas de la vida, pero en especial cuando envejecemos y suele haber una salud más delicada, es vital mantenerse bien hidratado y tener una buena alimentación libre de excesos como puede ser el alcohol, los ultraprocesados o los productos con alto contenido en azúcar.
- Introducir técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda y la visualización guiada ayuda a gestionar mejor el estrés o la ansiedad.
- Vivienda digna y accesible. Es importante asegurarse que el hogar de la persona mayor reúne las condiciones esenciales para una vida cómoda y adaptada a las condiciones físicas de la persona. Si no es así, existen ayudas para ello en las administraciones públicas y en Aliura te podemos orientar.
Estos aspectos junto a un seguimiento regular por parte de profesionales de la salud te ayudarán a tener bajo control la salud mental de tus mayores.
Intervención en la salud mental de los mayores
La intervención temprana en caso de detectar algún síntoma es fundamental para que la persona no caiga en una depresión u otra enfermedad más grave.
Cuando se detecta un deterioro en la salud emocional de una persona mayor, lo más recomendable es combinar una intervención en salud mental, junto con otros apoyos a los cuidados personales y a las necesidades sociales de la persona.
¿Cuándo se debe acudir a un profesional? Cuando hay algunas señales de alerta como:
- Dificultad para dormir y descansar.
- Pérdida de interés en cosas que por lo general antes le motivaban.
- Negación a realizar sus funciones y responsabilidades diarias.
- Cambios en el apetito y bajadas/subidas de peso inesperadas.
- Dificultad para levantarse de la cama debido al estado de ánimo.
La demencia es muchas veces una preocupación importante que afecta a la población más adulta. Tiene consecuencias en la salud mental de las personas (por ejemplo, desencadenando síntomas de psicosis y depresión) y requiere acceso a una atención de salud mental de calidad.
En cualquier caso, cuando la salud mental de una persona mayor se ve debilitada va a requerir de cuidados y atención por parte de la familia o de profesionales.
Envejecer con una buena salud emocional: mayor calidad de vida, autonomía y satisfacción
Tener una buena salud mental en la tercera edad tiene un gran impacto en el bienestar general de las personas mayores ya que gozar de una buena salud emocional puede mejorar la calidad de vida, promover la autonomía y fortalecer las relaciones sociales de la persona.
Mantener una salud emocionalmente positiva puede ayudar a las personas mayores a enfrentar los desafíos del envejecimiento con resiliencia y optimismo.
Como hemos visto, es posible cultivar y mantener una buena salud mental en la tercera edad, cuidando de algunos aspectos relacionados sobre todo con el estilo de vida de la persona. Conviene adelantarse y tomar medidas proactivas para cuidar del bienestar emocional en la vejez y buscar apoyo profesional siempre que sea necesario.
Si necesitas ayuda para cuidar de una persona mayor y quieres que te echemos una mano para valorar las distintas opciones, en Aliura te ayudamos a conciliar el cuidado y te acompañamos durante todo el proceso para que sepas tomar las mejores decisiones.
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